A menudo, parece que la sociología sólo sirve para sesudos textos que analicen sistemas políticos, instituciones, dinámicas demográficas, o colectivos desamparados. Sin embargo, hay muchas más caras de la sociología, una por cada faceta que tiene la sociedad. Ya os colgué hace un tiempo un ejemplo de la sociología de la literatura con mi análisis de Neuromante, hoy toca hacer sociología de la televisión y de la literatura a la vez, echando un ojo a Juego de Tronos.
Empezaré admitiendo, para que no haya confusiones, que no soy muy amigo de Juego de Tronos. Dejando de lado su estilo narrativo y otras cosas, una de las razones principales de ello es que sociológicamente es un sistema político imposible. No se ha dado en la historia, y no se ha dado por razones importantes. A primera vista, parece un reflejo más o menos mágico de la Edad Media, pero falta uno de los pilares principales que explica la Edad Media.

Si Aaron Sorkin nos ofreció hace tiempo
Detrás de la fachada de ciencia ficción cercana y de serie de policías de animación (muy adulta, eso si), Psycho Pass atesora un corazón que va mucho más allá. A medida que avanzan sus 22 capítulos y los discursos y diálogos entre personas, se va mostrando lentamente una muy compleja y lúcida reflexión acerca del sistema social, de las leyes, de la forma de interactuar de las personas, de la voluntad, de la obediencia, la vigilancia o la psicología, por mencionar sólo algunos de los aspectos que se abordan.
Durante dos horas, Charles Ferguson construye una enormemente elaborada visión sobre la crisis financiera de 2008 que inició la actual crisis económica. Así, lentamente comienza con los precedentes, los mecanismos que la hicieron posibles, y las mecánicas que llevaron a su aparición; a medida que avanza y gana fuerza, pasa a la crisis en si, a los responsables, y a las medidas que (no) se tomaron para solucionarla; y, finalmente, llega a las consecuencias, al lugar que ocupan esas personas en la actualidad, a las contradicciones del sistema.
Una vez más, Black Mirror regresa con su reflejo duro y descarnado de la realidad. Ya hable de los tres primeros capítulos en su
Aron Sorkin, creador de
Esta película nos narra la historia de una compañía financiera ficticia en los días del comienzo de la crisis económica de 2008. Bien podría ser el día antes del colapso de Goldman & Sachs, por ejemplo. Es un drama de una noche, que se dedica a mostrar más la parte personal que la parte económica (explicada de modo sucinto, pero claro, lo cual es de agradecer) de la crisis. Y esa es precisamente su mayor virtud.
Esta es una serie muy interesante, que gira en torno al mundo de los publicistas en la década de los 60. Sin una trama muy importante como tal (no hay crímenes, ni grandes giros argumentales, ni ningún artificio de guión), nos mete de lleno en la descripción de cómo era la vida americana en una de las décadas más importantes del siglo XX. Por ello, contiene muchas cosas interesantes sociológicamente.
Una mini-serie de tres capítulos, aunque realmente son tres historias de una hora más o menos, completamente independientes y que, de hecho, no comparten entre sí nada. Bueno, nada menos el hecho de ser una aguda y muy crítica visión de la sociedad en la que vivimos, y la invasión que la tecnología puede realizar en la misma.
Esta película nos narra la historia de una serie de tiburones financieros en el comienzo de la crisis financiera de 2008. Dejando de lado la historia narrativa en sí (entretenida y con personajes bastante bien creados), nos queda una muy interesante explicación del origen de la crisis económica en la que vivimos actualmente.
La verdad es que como película intimista está muy bien, con un ritmo curioso pero que no aburre y unos personajes actuados con un nivel muy alto. Junto a ello, diálogos, escenarios y fotografía están muy bien. Pero, a lo que nos interesa.
Cada vez más, me parece que se invierte más en los guiones y trabajos de las series que de las películas, pero supongo que la industria cinematográfica sería mejor objeto de otro post. En este caso, lo que corresponde es recomendar The Wire (Bajo Escucha en español, si no recuerdo mal), y explicar por qué es interesante desde una perspectiva sociológica (más allá de que es una serie simplemente maravillosa).