Acaba de estrenarse la nueva temporada de Black Mirror y el primer capítulo de la misma, Joan is Awful, trata un montón de cosas que resultan sociológicamente interesantes en el mundo en el que vivimos. Y todo con un poco de humor y detalles sobre la realidad que sin duda habrían hecho al gran autor de ciencia ficción Philip K. Dick muy feliz. Pero, si no lo has visto y tienes intención de hacerlo, ve a verlo antes de leer este post para hacerte tus propias ideas y porque aquí va a haber unos cuantos spoilers.
Black Mirror siempre ha tratado el impacto de distintas tecnologías en la sociedad y este capítulo no es diferente en eso. El punto de partida tiene que ver con las plataformas de streaming de video (con una muy clara referencia a Netflix) y cómo consumimos los productos allí colgados en variedad de lugares. Esto por si mismo no sería especialmente interesante a nivel social, sino lo que hay detrás de ello, por lo que tenemos que avanzar hasta casi el final del capítulo cuando se empieza a explicar todo.
Publicada originalmente en 1898, esta novela de H. G. Wells pronto se convirtió en un clásico de un género que estaba siendo inventado por aquella época, con obras como Frankenstein de Mary Shelley. La ciencia ficción estaba naciendo, y dando de la mano dos conceptos que creaban nuevos tipos de historias: la ciencia y la ficción.
Así, la buena ciencia ficción se basa en introducir una serie de premisas de ficción en el interior de una visión científica del mundo. Con eso no se refiere a que toda novela de ciencia ficción se base en desarrollos científicos, Neuromante por ejemplo no trata de ese tema, sino que se basa en una comprensión del mundo tal y como es en el momento en que se escribe. Y esta pieza es clave, La Guerra de los Mundos se escribe a finales del siglo XIX. Aviso, ya de antemano, que voy a hacer algunos spoilers de la novela a la hora de analizarla aquí, entiendo que habéis tenido más de un siglo para leerla, pero si no queréis spoilers no sigáis leyendo.
The Expanse es, probablemente, una de las mejores series de ciencia-ficción que se han hecho. Adaptando una serie de novelas de James S. A. Corey (que no he leído aún, así que no puedo comparar), se nota muchísimo esta influencia en el sentido de que el guión va muy cuadrado de principio a final, sin los típicos saltos y problemas que suelen tener las series con el paso de una temporada a otra. Las interpretaciones de los actores empiezan algo flojas, pero van mejorando muchísimo con el paso de las temporadas, y la estética, efectos especiales y demás están a un altísimo nivel. Y una serie que además tiene una multitud de registros narrativos, desde la parte más de cine negro al drama político, de la épica espacial a la historia de amor, etc. la serie se mueve con mucha soltura en muchos distintos estilos que la dotan de una gran complejidad que, sin embargo, no se siente forzada.
Pero en este blog, lo que nos preocupa son otras cosas. Primero de todo, un elemento interesante, es el hecho de que es ciencia-ficción dura: la física funciona como debe, hasta donde la conocemos, y el resultado es una serie que se siente perfectamente creíble. Y más allá, cuando The Expanse plantea un mundo, lo hace teniendo en cuenta los elementos que la ciencia sabe de nuestro sistema solar y más, construyendo con eso sus personajes y entornos como bien podrían ser. Uno de los aspectos clave es el papel que la gravedad tiene, porque la gente que no ha nacido en la Tierra no tiene el cuerpo preparado para la gravedad terrestre (la marciana, por ejemplo, es un tercio la de la Tierra) lo cual tiene un impacto enorme en el guión y desarrollo de la serie (aunque la parte estética que implica se la han olvidado, probablemente por cuestión de presupuesto). Y los combates espaciales realmente muestran el impacto de la física, cómo realmente se mueven las naves en el espacio (que no es como en Star Wars), o cómo el peligro de descompresión o de exceso de aceleración son problemas reales que manejar.
Hoy comparto con vosotros un video sobre la diferencia entre narrativa sociológica y la narrativa psicológica, centrada en la famosa y fantástica saga de novelas Fundación, de Isaac Asimov (y algo también de Juego de Tronos). El video está en inglés, lo cual supongo que para algunos puede ser un problema, y llegado cierto punto tiene algunos spoilers importantes de las novelas, pero creo que vale la pena.
Hoy comparto con vosotros la versión larga del artículo que nos publicaron a Héctor Puente y a mi originalmente en la revista Nudos. Ambos fueron en realidad enviados a la vez y tienen contenidos distintos y distintos enfoques, pero especialmente la diferencia está en que el de Nudos estaba pensado como una introducción principalmente, mientras en este, al tener mayor extensión, nos pudimos meter algo más a fondo en los distintos debates que la ciencia-ficción plantea sobre el mundo, la sociedad y cómo la tecnología la está cambiando.
Abstract: En el presente artículo queremos explorar el modo en que la ciencia-ficción interactúa con la sociedad en la que se inserta. Al hacerlo, marca caminos y destinos deseables para el cambio social, así como cartografía y previene sobre amenazas potenciales. Todo lo cual, será puesto en contexto con las teorías científicas que mejor se pueden emplear para analizar cada uno de los fenómenos de los que la ciencia-ficción habla. El objetivo de todo ello es marcar cómo la cienciaficción puede ser un objeto válido de estudio por parte de las ciencias sociales, así como un discurso muy relevante para entender a la sociedad en la que vivimos y prepararnos para las que podrían venir.
Hoy comparto con vosotros un que hemos artículo publicado Héctor Puente y yo en la revista Nudos de la Universidad de Valladolid, dedicada a la sociología de la literatura. Es un artículo relativamente breve, que trata de recoger todos los debates que existen actualmente en la ciencia-ficción sobre la sociedad en la que vivimos y en la que vamos a vivir, y contraponerlos con unas cuantas pinceladas y análisis de cómo se han abordado esas cuestiones desde la sociología. Todo ello aderezado con numerosas referencias literarias, novelas y demás, que sirvan para ilustrar los distintos debates que la ciencia-ficción ha planteado. Una buena cantidad de lecturas recomendadas para pensar y disfrutar ahora que se acerca el invierno e invita a estar en casa calentitos con un libro, así como reflexiones teóricas sociológicas para darle profundidad a lo que tenemos entre manos. El resumen, por si queréis ver si os interesa, es:
Desde sus comienzos, la ciencia-ficción ha planteado debates y cuestiones que han servido como punto de reflexión y análisis para la población que consume ese tipo de obras. Al hacerlo, numerosas ideas, planteamientos e imaginarios se han ido insertando en la sociedad, favoreciendo discusiones que han contribuido al cambio social en muy diversos sentidos. Por este motivo, en el presente artículo presentamos y analizamos las relaciones e implicaciones de la ciencia ficción en los procesos de cambio social.
Hoy comparto con vosotros la presentación de la conferencia que dimos ayer Héctor Puente Bienvenido y yo sobre cambio social, tecnología y ciencia ficción. El contenido básicamente hace un recorrido rápido por algunas cuestiones sobre cómo la ciencia ficción es una fuente de cambio social y, al mismo tiempo, como la sociología ha explicado y aborda las cuestiones que plantea la ciencia ficción. Yo esperaba que se grabase en video pero no fue el caso, de modo que de momento solo puedo compartir el prezi, aunque es probable que el contenido de la misma vea la luz a lo largo de los próximos meses en forma de paper que ya compartiré aquí.
Por si os pasa como a mi, el link aparece en esa página en pequeñito arriba.
A priori, Electric Dreams tiene mucho que ver con Black Mirror. Si Black Mirror es de Netflix ahora, Electric Dreams es la respuesta de Amazon a un modelo similar: una serie de ciencia ficción, de capítulos independientes entre si. Y en la superficie en efecto hay muchos paralelismos. Pero el hecho de que sean adaptaciones de relatos de Philip K. Dick (uno de los mayores genios de la ciencia-ficción clásica) hace que tengan un matiz importante y en general jueguen con conceptos claves para K. Dick. Y que vayan desde el ambiente más ciberpunk, a relatos en presentes alternativos o space opera distante en el tiempo no cambia el hecho de que su discurso central es muy potente y cohesionado.
Así, si bien el discurso sobre la tecnología está muy presente en Electric Dreams como lo está en Black Mirror, aparecen desde el principio cuestiones claves para K. Dick como es la definición de la realidad, el peso de la comunidad, la percepción, etc. Así, muchas de las historias no tienen tanto que ver con una nueva tecnología, sino cómo esta pone en tela de juicio el mundo que damos por sentado, rompiendo barreras que aparentemente no tendría sentido dudar.
He de reconocer que a menudo las producciones de SyFy me las tomo con un grano de sal, porque suelen tener buenas ideas pero malas ejecuciones. Sin embargo, Incorporated es una serie muy entretenida, con un buen entramado de ciencia-ficción más o menos cyberpunk aunque centrada en el lado de las megacorporaciones. Aunque las interpretaciones de los actores no son las mejores vistas, el guión está muy bien llevado, atrapando en una maraña de intrigas y conspiraciones de las cuales el protagonista es el centro. Buenos efectos especiales y un buen ritmo terminan un conjunto que, como serie, funciona muy bien.
Además, desde la perspectiva sociológica también tiene numerosos elementos de interés. A menudo he hablado sobre cómo el cyberpunk es clave para entender el posible futuro que nos espera, desde casos clásicos como Neuromante a otras opciones como Akira o incluso Matrix, el cyberpunk sirve para mostrar hacia donde evoluciona el mundo en caso de dejarnos llevar por el neoliberalismo salvaje. Y esto Incorporated lo relata muy bien, primero por los resultados que tiene la desaparición de cualquier tipo de gobierno y lo que ello implica para la población general en términos de servicios, seguridades y demás. Dejadas a su libertad total, las corporaciones solo se preocupan de sus líneas de beneficios, de modo que esos elementos no son importantes si no afectan a sus líneas de producción o a la opinión de la junta de accionistas.
Hoy dejo con vosotros la transcripción aproximada de mi intervención preparando el debate en torno a la película “Akira” y el ciberpunk como género. Los impactos sociales, el mundo y los personajes que describen la película como reflejo de la sociedad que los ha generado (Japón en los 80) y la proyección distinta que hace el anime del ciberpunk (un género originalmente americano). Es un texto breve en el que espero no haberme olvidado de muchas de las cosas que dije durante la exposición que espero que pueda serviros como fuente de ideas, o como un ejemplo de la forma en que se puede analizar y entender una película desde una perspectiva sociológica.
Hace tiempo compartí aquí con vosotros la recomendación del anime Psycho Pass como una muy interesante reflexión sobre la sociedad. Ahora finalmente he tenido tiempo de ver la segunda temporada y, aunque quizás no esté del todo a la altura de la primera (y tiene un salto de fe algo mayor, cosa habitual en la ciencia-ficción), si que tiene algunos elementos que vale la pena reflexionar.
Si pensáis verla quedaros con la idea de que temas como el panóptico, la libertad, los valores, la humanidad, la violencia o la seguridad, vuelven a estar en el centro de la trama y que añade puntos interesantes a la primera en casi todos esos apartados. Y dejad de leer a partir de aquí si no queréis spoilers.
Hoy me temo que voy a aprovechar que es domingo para traer algo más ligerito, y voy a dejar que otro hable desde aquí. Las palabras serán un pequeño extracto de la novela Marte Azul de Kim Stanley Robinson, donde hace una interesante reflexión sobre la historia y el cambio social. Puede contener algún spoiler, así que si piensas leer la novela, mejor sáltate este post (al fin y al cabo, ya llegarás al fragmento cuando toque; para los demás, creo que vale la pena rescatar la reflexión aquí porque, aunque no sea nada científica, si que tiene cierta capacidad evocadora e inspiradora. Sin enrollarme más, os dejo con el extracto:
“En la década de 2170 la historiadora marciana Charlotte Dorsa Brevia publicó en varios volúmenes una densa metahistoria analítica, como ella la llamaba, en la que sostenía que la gran inundación había actuado como factor desencadenante y los avances técnicos lo habían hecho posible, pero el carácter específico del nuevo renacimiento provenía de algo más fundamental, del cambio de un modelo socioeconómico global a otro. Exponía un “complejo de paradigmas residuales/emergentes superpuestos”, según el cual toda gran era socioeconómica se componía más o menos a partes iguales de los sistemas inmediatamente anteriores y posteriores, que no obstante no eran los únicos; constituían el grueso del complejo y aportaban los factores más contradictorios, pero otras características relevantes provenían de sistemas más arcaicos y de vislumbres de tendencias que no florecerían hasta mucho después.
En principio, es probable que la respuesta a esta pregunta parezca obvia: un ser humano es una persona, nacida de otra persona, con 46 cromosomas en su ADN, etc. Ciertamente, esto es verdad, pero si echamos un vistazo a la historia y al futuro, veremos que esta definición no siempre estuvo tan clara, ni volverá a estarlo. Así, hace siglos, no se consideraba humanos/personas a la gente de color, que se creía que eran poco más que animales sin alma. Hoy, por fortuna, esa visión la consideramos errónea y limitada y la hemos modificado, porque deja fuera a una gran parte de la especie humana pero, ¿acaso las definiciones actuales cubren todo lo que corresponde?
La sociología del cuerpo, así, ha mostrado a menudo que las definiciones claras que a priori podemos tener de muchas cosas, son cada vez menos claras. Un hombre es aquel que tiene un cromosoma XY y una mujer uno XX, pero ¿qué pasa con aquellas personas que se sienten de otro género, e incluso se operan para cambiarlo? ¿Sigue mandando más la genética que su personalidad, y el cuerpo que tienen en consecuencia?
Acabo de ver esta fantástica película y me parece increíblemente recomendable no sólo a nivel cinematográfico, sino como reflexión sobre las personas, la forma en que se construyen las relaciones, la socialización, etc. Pensaba escribir un post al respecto, pero me acabo de encontrar con este tumblr que ha hecho un fantástico análisis, así que os dejo aquí el link. Eso sí, no recomiendo leerlo antes de ver la película, porque la destripa entera.