Un estadio entero pita un himno y se monta un escándalo; Sinnead O’Connor quema una bandera americana y se acaba su carrera musical. ¿Qué pasa ahí para hacerlos raros? A nadie le extrañan los silvidos y pitidos en un concierto malo y desde luego Sinnead todavía estaría grabando discos si hubiese quemado un pantalón de Bershka. ¿Qué diferencia a esos objetos?
Vivimos en un mundo lleno de símbolos, desde los iconos que pueblan las pantallas de ordenador a las palabras que ocupan las páginas de los libros. Los seres humanos somos profundamente simbólicos y esto es parte intrínseca de nuestra capacidad para funcionar y comunicarnos. Pero no todos los símbolos son iguales, igual que no se refieren a la misma cosa.