Desde que Marx y otros elitistas escribiesen las distintas teorías sobre las clases sociales que existen en la sociedad, estas han ocupado un lugar central en las movilizaciones sociales, en los discursos políticos, en la esfera de acción de las organizaciones, etc. Ha sido, durante mucho tiempo, el motor de la historia que Marx preveía. Pero hace ya dos siglos que el alemán enunció su teoría, y el tiempo ha cambiado el mundo desde como él lo veía a como es ahora y, con ello, ha desdibujado muchas de las verdades que él había visto y analizado con claridad. No todas, por supuesto, pero ¿qué queda de las clases sociales en el mundo digital y globalizado del siglo XXI?
Lo cierto es que, para verlo, empezaré por un breve resumen de la concepción de Marx sobre las clases sociales, para encajar todas las piezas con facilidad. Para este autor, las clases sociales son producto de la estructura social, en concreto de su parte productiva; así, la gente pertenece a una clase u otra en base a su relación con los medios de producción, lo cual divide básicamente el mundo en dos tipos de personas: los poseedores de los medios de producción (los burgueses capitalistas) y los trabajadores que se encargan de la producción real (el proletariado). Estas dos clases no son las únicas que Marx describe (ahí estarían los funcionarios, los lumpen que serían básicamente los desposeídos, etc.) pero si que son las dos clases principales en el mundo que él ve claramente en el siglo XIX.