Si se va a hacer una reforma en la que la democracia coja verdadera dimensión ciudadana donde las instituciones respondan a la voluntad ciudadana expresada directamente, es necesario cambiar la figura del político. No se trata de eliminar los políticos, sino cambiar sus funciones de modo que encajen en el resto de la construcción.
En un entorno donde los ciudadanos deben elegir las medidas que se van a adoptar, los políticos claramente no deben tener función de decisión ni el poder para hacerlo. Pero, en cambio, su papel pasa por servir como clarificadores de las distintas medidas. En este sentido, es imprescindible que las Cámaras se conviertan de nuevo en lugares de debate y discusión sobre las medidas, la filosofía, los costes y las consecuencias de las distintas opciones. En ese sentido, la función de los políticos pasaría en buena medida por clarificar las implicaciones que tendría votar cada opción, de modo que los ciudadanos puedan votar de modo informado (una tarea a la que habría que añadir los medios de comunicación).






The Political Machine 2012 nos pone en la piel de uno de los candidatos a las elecciones a la presidencia norteamericana en 2012, pudiendo escoger entre los diversos candidatos reales o crear el nuestro propio. A nivel de jugabilidad, el juego es un poco pobre, pero desde la perspectiva sociológica tiene algún elemento interesante.
Desde hace tiempo, el debate sobre la calidad de nuestras democracias está abierto, sopesándose elementos como la frecuencia de las elecciones, la limpieza de las mismas, la existencia de corrupción, la apertura de los partidos, la participación ciudadana, etc. Todas estas cuestiones son importantes a la hora de evaluar una democracia representativa como las que encontramos hoy en día y suelen dar como valoración final una calidad relativamente media o baja de nuestras democracias. Sin embargo, por importante que sea este debate, a la hora de la verdad palidece si tenemos en cuenta que la democracia representativa es, en el fondo, una trampa.
El viernes pasado se entrevistó en
Con motivo de las elecciones europeas, la plataforma EUVox ha hecho un muy interesante y completo test/encuesta sobre política donde ver cada uno dónde se sitúa en los temas importantes y qué partidos encajan más (en teoría) con sus visiones. La verdad es que está bastante bien hecho y sus resultados son bastante acertados. Aquí tenéis el
A menudo, se oye a las distintas instituciones señalar que hace falta realizar cambios estructurales profundos en la economía, en la organización del Estado del Bienestar, o en cualquier otro aspecto de la sociedad. Y que estos cambios, cada vez, son más urgentes. El Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea, la ONU… todos ellos se pronuncian frecuentemente en este sentido. Sin embargo, al final nunca se producen. ¿Por qué?
Como cualquiera que siga las noticias ligeramente sabrá, en mayo son las elecciones europeas y, ante ellas, se plantean una serie de situaciones muy importantes. El conjunto del proyecto europeo está puesto en duda por muchos sectores políticos, desde los euroscépticos a los populistas, y estas elecciones son vistas a menudo como un plebiscito sobre el conjunto de la UE, donde el temor al crecimiento de los partidos anti Unión podría crear un Parlamento y una Comisión que dificulte muchísimo el funcionamiento de la organización. Pero no voy a hablar de eso hoy, sino de personalismo, política nacional y política europea.