Escrito por el profesor de derecho americano Lawrence Lessig, El Código 2.0 es un tratado directo, sencillo de entender y profundo sobre la forma en que nuestras sociedades construyen sus regulaciones, y los retos que plantea el cambio fruto de nuevas tecnologías o entornos sociales cambiantes. A lo largo de sus 563 páginas, Lessig nos lleva de la mano por un análisis profundo de los fundamentos del derecho y la forma en que este interactúa con la sociedad, con el poder, con la democracia, o con el mundo nuevo que surge cada día. Y lo consigue hacer de un modo entretenido y fácil de seguir incluso para aquellos de nosotros que no somos expertos en derecho y que, de hecho, nos aburre este soberanamente. Con todo lo cual, resulta un libro enormemente recomendable para todo aquel proucado por cuestiones como la protección de la privacidad, la construcción de sistemas de derecho efectivos, la regulación de internet, o cómo el mundo se actualiza a las novedades que en él se producen.
Para este post, sin embargo, yo voy a recuperar un trozo muy concreto de su argumento que, sin embargo, y considero que es el pilar central sobre el que se construye el conjunto del libro: la forma en que cualquier objeto de la sociedad se puede regular. Según Lessig, a todo elemento social se le pueden aplicar (y se le aplican) simultáneamente cuatro formas distintas de ordenamiento: