En numerosas ocasiones he oído decir tato a detractores del movimiento como a sus propios seguidores que el 15-M no es representativo de la sociedad. Al no serlo, no tendría derecho a presionar y actuar políticamente, tratando de forzar un cambio institucional (o más) en un sentido u otro. Sin embargo, esta posición parte o bien de un manifiesto derecho de desprestigiar y desmovilizar al movimiento, o de la ignorancia, o de un excesivo respeto hacia los demás.
Ningún movimiento social cuenta en su interior con todos los miembros de dicha sociedad. Incluso las masivas manifestaciones en contra de la segunda guerra de Irak contaron sólo con en torno a un 90 % de gente que se mostraba afín a la causa de no ir a la guerra, y ni siquiera todo ese porcentaje asistía a las movilizaciones. Sin embargo, eso no hace que no fuera justo que intentase cambiar la sociedad, pues esa era su función, y aunque fracasase al final en evitar nuestra entrada en la guerra, fue uno de los numerosos factores importantes en el voto de castigo a Rajoy a favor de Zapatero en las siguientes elecciones.

Si yo menciono la palabra “hacker”, lo primero que pensarás probablemente será en un chico con gafas, granos, asaltando las bases de datos de las empresas y gobiernos. Dejando de lado que obviamente esa es una dimensión de la palabra hacker (y olvidando que cada vez más la guerra informática la practican los propios gobiernos y empresas), el término va mucho más allá de ese punto.
Mirad a vuestro alrededor y veréis las paredes rojizas y vibrantes del útero materno. Al ritmo del corazón del cambio, nos alejamos de lo conocido para adentrarnos en lo desconocido. Tras nosotros, el viejo mundo yace agonizante tras los golpes que derribaron el Muro de Berlín y las protestas que despertaron a una sociedad civil que se movilizó desde Mayo del 68 a la Primavera Árabe y la Indignación.
Los idiomas dicen mucho de las sociedades y personas que crearon ese idioma: de sus necesidades, de la forma de relacionarse con el entorno, y de las cosas que consideran similares u opuestas, por ejemplo. Así los esquimales tienen muchas más palabras para blanco que el resto de las sociedades, porque distintas tonalidades se pueden referir a distintos tipos de hielo, indicando peligro o seguridad.
Estas dos palabras, aparentemente tan similares, son claves para entender los cambios que en la sociedad se han producido en los últimos años, más o menos a partir de la caída del Muro del Berlín. Y es que os voy a revelar una verdad en la que seguro que no habíais pensado jamás: el mundo se está globalizando. ¿Increíble, verdad?
Democracia: el gobierno del pueblo. Como hemos discutido numerosas veces, este
Cada vez más, me parece que se invierte más en los guiones y trabajos de las series que de las películas, pero supongo que la industria cinematográfica sería mejor objeto de otro post. En este caso, lo que corresponde es recomendar The Wire (Bajo Escucha en español, si no recuerdo mal), y explicar por qué es interesante desde una perspectiva sociológica (más allá de que es una serie simplemente maravillosa).
Estas dos son las principales teorías actualmente de explicación de las relaciones internacionales, y aunque raramente sean mencionadas como tales, están permanentemente en las noticias de un modo u otro. Así que vale la pena echarles un buen ojo.