
Lo cierto es que nunca he sido demasiado fan de la Guerra de las Galaxias, pero como es la segunda propiedad intelectual más valiosa del mundo de la industria cultural (detrás de Marvel) recientemente he estado prestándole cada vez más atención a su mensaje. Y resulta que, debajo de los héroes y las batallas a sables de luz y de naves espaciales, hay una historia que tiene mucha enjundia a nivel sociológico, sobre los procesos de auge y caída primero de la República y después del Imperio. George Lucas ya dijo hace mucho que la Guerra de las Galaxias era política (de hecho, especialmente el Episodio VI, explícitamente era en su mente una comparación con la situación de Vietnam) y los paralelismos entre la caída de este sistema y la caída de la República Romana y su transformación en el Imperio, el auge de los gobiernos autoritarios y dictatoriales a manos de populistas como Mussolini o incluso los totalitarios como el ascenso de Hitler dentro de su propia democracia son demasiado claros como para que sean casualidad.
Estos procesos normalmente son difíciles de ilustrar porque requieren a grandes masas de personas y dinámicas durante años pero, al tener lugar en pantalla, resulta fácil de seguir al quedar personificado en los protagonistas y los años condensados en unas cuantas escenas. Así que agarrad vuestra espada láser, ajustaros los cascos de piloto y preparad todo lo necesario para viajar a una galaxia muy muy lejana.










Ver Olvídate de Mi (Eternal Sunshine of the Spotless Mind en inglés, una de esas brillantes traducciones de título típicas de los doblajes españoles) inevitablemente nos lleva cara a cara con
Lo que hoy comparto con vosotros es la transcripción que he hecho de la breve charla que di con el mismo nombre en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la UCM, como introducción a un muy interesante cinefórum al respecto. Recomiendo, eso si, haber visto Animatrix antes de leer el texto, no sólo porque este spoilea mucho de la misma, así como os permitirá ver cosas que seguro que a mi se me han pasado por alto.
Esta película nos narra la historia de una serie de tiburones financieros en el comienzo de la crisis financiera de 2008. Dejando de lado la historia narrativa en sí (entretenida y con personajes bastante bien creados), nos queda una muy interesante explicación del origen de la crisis económica en la que vivimos actualmente.
La verdad es que como película intimista está muy bien, con un ritmo curioso pero que no aburre y unos personajes actuados con un nivel muy alto. Junto a ello, diálogos, escenarios y fotografía están muy bien. Pero, a lo que nos interesa.